Más negocios por la coyuntura, más riqueza para la gente
Una mentira más
El argumento de que el viento de cola favoreció a la economía de Argentina, vuelve otra vez junto con otros tantos absurdos evidentes.
En principio, la idea de que una economía va bien sólo
cuando las condiciones internacionales la favorecen es, por lo menos, incompleta
y, por eso mismo, poco seria. Para llegar a hacer uso de los beneficios
naturales, como buenas lluvias en momento oportuno o malas lluvias en momento
oportuno en los campos de otros países, o de las condiciones internacionales de
comercio, hay que pasar por varios filtros. Sobre todo dos:
- Cuál es el criterio que guía la economía. Lo que se suele llamar modelo económico.
- Qué grado de corrupción hay en el gobierno.
De ambas situaciones ya tuvimos experiencias cercanas. Más,
casi siempre van juntas.
Así que, muchachos, si el viento de cola ayudó es indudable
que el modelo funcionó y que la corrupción, como mínimo, estuvo lejos de ser
determinante.
Nota:
Hay dos cosas que resultarían de extrema ingenuidad:
Una es pensar que la corrupción cero es posible en nuestro sistema político. Y la otra
es que las empresas se conformen con una ganancia determinada y que dejen
de luchar para ampliarla y así permitir que el algún dinero siga su viaje
hacia la sociedad en general.
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