El Blog de Emilio Matei

domingo, 1 de julio de 2012

Palos, machetes y galletitas


Hombre con palo
Hombre con palo

En el camino que había que recorrer para llegar a la casa, había una jauría de perros. Nunca eran menos de cinco y no eran demasiado grandes. Respondían al más chiquito, un cuzco rengo y algo deforme que era el más viejo y el más agresivo.
Los vecinos estaban obligados a pasar en medio de la jauría y no pocas veces eran garroneados y llegaban a sus casas furiosos y asustados. Algunos decidieron llevar palos, pero los perros se ponían todavía más locos cuando los veían. Y si bien algunas veces los palos protegían, los combates se hacían épicos. Otros optaron por llevar machete. Algunos de los perros terminaron con tremendas cicatrices pero ni desaparecieron ni dejaron de molestar.
Una vez le pregunté a una chica que debía recorrer el camino una y otra vez si no tenía miedo. Sí, me dijo, tengo mucho miedo, pero llevo galletitas dulces y cuando se me vienen encima se las ofrezco y compiten entre ellos para comerlas. Me ladran pero no me muerden, más bien me piden más.
A veces las soluciones femeninas son impensables para los hombres. Creo que la decisión de Cristina de no limitar las relaciones comerciales con el Paraguay entra en esa categoría. Cerrar las fronteras al Paraguay lo habría obligado a acelerar las relaciones con países con objetivos antagónicos a los del Mercosur. En realidad habría sido dar una batalla perdida de antemano sólo por apuntar a una escalation de la violencia en la que sólo se podía perder o caer en una zona oscura con resultados inciertos.

……………
Nota:
La chica no pensaba que su solución fuera perfecta, tenía temor de que algún día los perros la atacaran antes de que tuviera tiempo de ofrecer las galletitas o de que los perros se dieran cuenta de que se las estaba ofreciendo. Debía estar muy alerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario