François Hollande |
François Hollande parece seguir
esta nueva política, de la que Zapatero fue un claro ejecutor, de los todavía llamados socialistas vaya uno a saber por qué.
Las últimas resoluciones vuelven
al disparate neoliberal de la teoría del derrame. Aunque con alguna
particularidad. Los franceses tienen como parte de su identidad el tener que
darle un estilo propio a todo. Hollande pretende, bajando los impuestos a los industriales
y congelando los sueldos, luchar contra la desocupación. Disparate una y otra
vez probado. La realidad es que la reducción del consumo producida por la baja
de los sueldos es lo que termina primando. Las industrias quiebran por falta de
ventas o, cuando les va bien, pasan sus dineros al mercado financiero dado que les resulta imposible aumentar las ventas.
Claro que Hollande tiene
escondido un as en la manga. Y ese as se llama África. Pobre África otra vez. Ya algún
ministro dijo, el mes pasado, que el futuro de Francia está en África. Y una
vez más los ejércitos imperialistas avanzan sobre países en lo que ellos mismos
destruyeron todo tipo de acuerdo social con el hipócrita leit motiv de que van a restituir la democracia.
Sería bueno, para los latinoamericanos, seguir cuidadosamente lo que pasa en África, no sea cosa que fuera un espejo que adelanta.
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