Kirchners |
Pepe Mujica |
Si hay una voz que es capaz de entender la ambigüedad del lenguaje es la vox populi. Es desacreditarla simplificar todo a una lectura literal.
Para demostrar la necesidad absoluta de incluir un texto popular en su contexto correspondiente voy a dar un ejemplo extremo y a tomar, de su evidente polisemia, sólo dos interpretaciones:
"Este bizco hijo de puta me cagó la vida"
- Lectura 1ª: Esta persona horrible arruinó mi negocio.
- Lectura 2ª: A partir de este genio tuve que rever mis conceptos sobre la política real.
Se podrá argumentar que por una cuestión de diplomacia, un presidente debe cuidar sus palabras. Salvo que por más presidente que sea, si no está hablando en público habla como cualquier hijo de vecino y se expresa casi siempre en los mismos términos en los que se expresa el pueblo al que pertenece, salvo que sea de bronce, como sucede algunas veces.
Poner un micrófono delante de una persona sin avisarle o usar material grabado no autorizado no es una práctica correcta, es moralmente objetable y equivalente a editar textos para hacerle decir al entrevistado lo que al periodista se le dé la gana.
En otro orden de cosas, que al fin de cuentas no lo es tanto, quiero recomendar esta nota de Gustavo Primucci, persona que no conozco personalmente, pero que ya admiro. Este uruguayo radicado en Tandil, Argentina, escribió un a nota en el correo de lectores de tandildiario.com que no tiene desperdicio. Es ese tipo de notas que uno quisiera haber escrito. No sólo por su claridad sobre el uso que hace la oposición argentina de los supuestos dichos del Pepe, sino por el profundo análisis de la situación uruguaya. Por fin un análisis que como casi siempre sucede, sólo un local puede hacer. Si alguien quiere saber cómo puede ser que un país con un presidente ex Tupamaro siga sin poder despegar de una vez, no debe dejar de seguir este link.
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