El Blog de Emilio Matei

domingo, 7 de abril de 2013

Fuera de contexto, cualquier cosa

Kirchners
Primero habría que considerar si ese ruido de fondo, después de que Mujica, el presidente de Uruguay, hablara, fue en efecto un comentario hecho por él y si realmente dijo: la vieja es peor que el tuerto, refiriéndose a Néstor Kirchner y a Cristina Fernandez de Kischner. Tampoco, de ser verdad, ese comentario afirma o niega el antiargentinismo folclórico, visceral y futbolero de toda la sociedad uruguaya ni la poca importancia que tiene, sacando a algún sicópata que nunca falta, ni para uno ni para ellos mismos. Como argentino, es casi imposible estar en Uruguay y no escuchar algún comentario humorístico, irónico o desubicado, sobre los porteños, categoría que incluye a todo los argentinos aunque hayan nacido a dos mil kilómetros de Buenos Aires. Disparate geográfico del mismo tenor que el que cometemos nosotros al llamar gallego a un andaluz o tano, abreviatura de napolitano, a un elegante turinés.

Pepe Mujica
Pero aún si la grabación de ese barullo dice lo que dicen que dice, ¿qué significado tiene? Una frase de registro popular sacada de contexto puede significar cualquier cosa. Por lo que rasgarse las vestiduras sacando conclusiones de un texto de esta naturaleza, negándole toda ambigüedad semántica, es una frivolidad propia de una sociedad en la que para mucha gente la cultura parece pasar sólo por el saber de vinos, tomarse vacaciones en Vietnam o algún otro lugar equivalente para gente como uno, comer sushi disfrutando del arroz gomoso que necesitan los orientales para poderlo levantar con los palillos y otras gansadas por el estilo. Dicho sea de paso, se ve que los cambios sociales asociados al simple aumento de la riqueza son más rápidos que los culturales. Educar es mucho más lento que alimentar. Y nadie puede negar que es una suerte que así sea ya que es difícil educar a alguien mal alimentado.

Si hay una voz que es capaz de entender la ambigüedad del lenguaje es la vox populi. Es desacreditarla simplificar todo a una lectura literal.
Para demostrar la necesidad absoluta de incluir un texto popular en su contexto correspondiente voy a dar un ejemplo extremo y a tomar, de su evidente polisemia, sólo dos interpretaciones:

"Este bizco hijo de puta me cagó la vida"
  • Lectura 1ª: Esta persona horrible arruinó mi negocio.
  • Lectura 2ª: A partir de este genio tuve que rever mis conceptos sobre la política real.

Se podrá argumentar que por una cuestión de diplomacia, un presidente debe cuidar sus palabras. Salvo que por más presidente que sea, si no está hablando en público habla como cualquier hijo de vecino y se expresa casi siempre en los mismos términos en los que se expresa el pueblo al que pertenece, salvo que sea de bronce, como sucede algunas veces.
Poner un micrófono delante de una persona sin avisarle o usar material grabado no autorizado no es una práctica correcta, es moralmente objetable y equivalente a editar textos para hacerle decir al entrevistado lo que al periodista se le dé la gana.

En otro orden de cosas, que al fin de cuentas no lo es tanto, quiero recomendar esta nota de Gustavo Primucci, persona que no conozco personalmente, pero que ya admiro. Este uruguayo radicado en Tandil, Argentina, escribió un a nota en el correo de lectores de tandildiario.com que no tiene desperdicio. Es ese tipo de notas que uno quisiera haber escrito. No sólo por su claridad sobre el uso que hace la oposición argentina de los supuestos dichos del Pepe, sino por el profundo análisis de la situación uruguaya. Por fin un análisis que como casi siempre sucede, sólo un local puede hacer. Si alguien quiere saber cómo puede ser que un país con un presidente ex Tupamaro siga sin poder despegar de una vez, no debe dejar de seguir este link.


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