El Blog de Emilio Matei

sábado, 7 de julio de 2012

Vamos a la guerra I


 
Cómo consigue una sociedad que los ciudadanos vayan a la guerra. Cecilia M. me hizo llegar este texto de Erich Fromm:

“Con mucha frecuencia, la sensación de estar amenazado y la violencia reactiva resultante no se basan en la realidad, sino en la manipulación de la mente humana; los jefes políticos y religiosos persuaden a sus partidarios de que están amenazados por un enemigo, y así provocan la respuesta subjetiva de hostilidad reactiva. De ahí que la distinción entre guerras justas e injustas, sustentada por gobiernos capitalistas y comunistas lo mismo que por la Iglesia católica romana, sea distinción muy discutible, ya que habitualmente cada parte consigue éxito al presentar su posición como defensa contra un ataque. Difícilmente habrá un caso de guerra agresiva que no pueda disfrazarse de defensa […]. La tendencia a fingir que una guerra es defensiva revela dos cosas. En primer lugar, que la mayoría de la gente, al menos en los países más civilizados, no puede ser inducida a matar y morir si primero no se la convence de que lo hacen para defender sus vidas y su libertad; en segundo lugar revela que no es difícil persuadir a millones de individuos de que están en peligro de ser atacados y que, en consecuencia, se acude a ellos para que se defiendan. Esa persuasión depende sobre todo de la falta de pensamiento y sentimiento independientes, y de la dependencia emocional de la inmensa mayoría de la gente respecto de sus líderes políticos. Siempre que exista esa dependencia, se aceptará como real cualquier cosa que se exponga con fuerza y persuasión.” *

Yo quisiera hacer unas observaciones al respecto.

En primer término, habría que definir con cuidado cuáles son los líderes políticos a los que se refiere aquí Fromm. Hoy en día son los que controlan los medios, cuando los medios son monopólicos o muy dominantes, los que son capaces de arrastrar a una ciudadanía a la guerra. Hoy vemos que los líderes políticos y los medios no tienen por qué seguir los mismos caminos. El poder real puede no estar en manos de los líderes políticos, al menos en cuanto a manipulación del pensamiento de la sociedad se refiere. Sobre todo en el caso de los gobiernos democráticos.

Y en segundo término no es sólo la paranoia inducida a la sociedad, la condición inminente de un ataque letal, la que puede llevar a combatir, a matar gente, a destruir vidas humanas. También puede ser el dinero que motiva a los mercenarios, o alguna prebenda que se le ofrece a miserables que ya no tienen nada que perder. Muchos centroamericanos se unen a los ejércitos norteamericanos bajo la promesa de ambos, dinero y derecho a una nacionalidad que les daría futuro para ellos y sus familias.
Cecilia me pide que ponga aquí este link: http://www.youtube.com/watch?v=I6sPCSJu31U&sns=fb Hay personas que tienen conciencia plena de las palabras de Fromm y luchan, tal vez con una fuerza escasa e ingenua aunque muy actual, mediante las armas que las redes sociales les ofrecen, contra el miedo al otro. Y aunque no tengan éxito, por lo menos dejan constancia y el testimonio seguirá pasando hasta que la humanidad encuentre la forma de terminar con las guerras.

Jorge Semprún
El intelectual, político y escritor español Jorge Semprún, de total dominio del idioma alemán y amante ferviente de la cultura alemana, luego de haber pasado un tiempo en un campo de concentración Nazi, por comunista, lo que le dio la posibilidad de saber de qué hablaba cuando escribió el guión del documental Noche y niebla que filmara Alain Resnais, volvió a Alemania muchos años después.
Daniel Baremboim
Y dijo que ya no podía encontrar a la cultura alemana, que había desaparecido con los judíos exterminados. Que había descubierto que era en ellos que había residido la verdadera cultura alemana.
De chico escuché hablar siempre con orgullo y respeto del humanismo judío. Estos últimos años tuve la sensación, como Semprún, de que ese humanismo había muerto con la segunda guerra mundial, pero personas como el argentino-israelí-español-palestino Daniel Baremboim o este muchacho israelí de Youtube, me dan la cálida esperanza de que un montón de señores vestidos de negro y con largas barbas y patillas, que no pelean los sábados pero se permiten tirar piedras esos mismos días y agredir a todo aquel que no cumpla con sus preceptos religiosos, como, por ejemplo, andar en ómnibus o en ascensor, dejen de ser determinantes en la política israelí.

……………
* Erich Fromm, El corazón del hombre. México, Fondo de Cultura Económica, 1992 (pp.2122)

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