La ética es una rama de la
filosofía que se ocupa del estudio racional de la moral, la virtud, el deber,
la felicidad y el buen vivir, eso dice Wikipedia de la palabra ética. Otra definición que
anda por ahí dice que la ética se relaciona con el estudio de la moral y de la
acción humana. El concepto proviene del término griego ethikos, que significa
“carácter”. Una sentencia ética es una declaración moral que elabora afirmaciones
y define lo que es bueno, malo, obligatorio, permitido, etc. en lo referente a
una acción o a una decisión. Hay un montón de otras definiciones que abarcan
esta rama de la filosofía y se refieren siempre a una serie de comportamientos humanos
tanto de individuos como de grupos sociales en general.
La palabra ética siempre la escuché o la leí
asociada a algo bueno. Y no tener ética significaba, casi siempre, ser una
persona poco confiable. ¿Y cuáles son las personas poco confiables por antonomasia? ¿Cómo reconocerlas?
Estamos listos para traicionarte |
Con el correr de los años
escuché comentarios muy parecidos referidos a negros, judíos, árabes e indios y
hace poco me dijeron que en España estuvo de moda decirlo de todos los
emigrados de Europa del Este. Todos estos comentarios decían algo así como:
tené cuidado con los (agregar aquí lo que uno quiera del listado anterior),
esos tipos a la larga siempre te van a traicionar. Este comentario en todos los
casos viene a continuación de alguna reflexión sobre una persona que parece
apreciable por alguna cualidad, aunque fuera tan básica como la simpatía. Juan
es simpático, comenta uno, y el otro dice, tené cuidado con los…, en algún
momento te van a traicionar. Y agregan el total absurdo de: yo los conozco bien.
De acuerdo a lo que dije
antes, todas esas personas serían poco confiables y, por lo tanto, carentes de
ética. Les das la mano y te toman todo el
brazo, o el gráfico no le mostrés los
dientes, referido a sonreír, porque después se aprovechan.
¿Qué puedo hacer, entonces,
si me gusta el gefilte fish, las galletitas de Ramadán, el candombe, la baguala
y tantas otras cosas de gentes tan poco confiables?
Todo esto me hizo enojar con
el concepto habitual de ética. O,
para ser más preciso, con la carga positiva que se le adjudica. Y me hizo dar
un vistazo a las sociedades o grupos sociales que se cohesionan por una ética sólida.
Y los resultados son muy interesantes: cuánto más ética es una sociedad o un
grupo, más se mienten entre ellos y menos se dan cuenta, y más queda definida
la alteridad, la condición de algunas personas de ser el otro. Es decir, dicho
de manera explícita, cada vez que un grupo establece una norma y la considera
positiva, lo que hace, en realidad,
es establecer quién no pertenece al grupo, que indefectiblemente es todo aquél
que no conoce la regla o que no la comprarte. Y el que alguien no pertenezca al
grupo implica, casi siempre, hacerle perder todo privilegio y deshumanizarlo,
y, como consecuencia inmediata, poderlo usar, torturar o matar sin mayores
problemas de conciencia. Todos sabemos
que es un negro de mierda, que se joda.
Lo mismo me pasa con la gente
que tiene una moral muy rígida. La gente que se pone fundamentalista con respecto
a cualquier cosa, sea ésta de carácter político o simplemente en el
establecimiento de normas de conducta sexual, alimentaria o lo que fuere. A esa
clase de personas hay que temerles porque nos miran con desprecio, nos
deshumanizan, y por eso se sienten con derecho a someternos a cualquier
barbaridad. Son esas personas horribles y mentirosas que ocultan sus lacras y se
comportan como bulímicas morales que nunca comen cuando se las mira y que de
noche, en la oscuridad, se vacían la heladera cometiendo actos que siempre son
opuestos a sus propios preceptos éticos declarados.
En síntesis, prefiero a la
gente que no tiene una ética demasiado rígida, que suele dejarse tentar y
cometer transgresiones y que me ve como un igual. Esas personas, poco
confiables, es difícil que me hagan demasiado daño y es mucho más probable que
me comprendan en todos mis defectos y en mi objetiva y débil humanidad.
La Biblia |
El Corán |
A los ateos, por desgracia, no les queda más
remedio que ser responsables de sus actos de por vida. Por una cuestión ética.
Me gusto mucho la parte inicial, pensamos que ser éticaos es bueno... no miramos su trascendencia.
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