Darín en Antena3 - España |
Para mí, Vargas Llosa es el más extraordinario escritor de
lo que se llamó el boom latinoamericano.
La guerra del fin del mundo es una de
las novelas que más disfruté en mi vida y que me produjo más admiración por su
autor. Pero por su autor como escritor de novelas y no como persona, que me
resulta francamente espantosa.
Qué le vamos a hacer, la vida, la naturaleza, es así. Objetiva,
no tiene signo. A veces es positiva y a veces es negativa por más que nos pese.
Entoces hay cualidades de las personas que no están
relacionadas por la causa y el efecto de modo alguno. Darín, por ejemplo, es un
muy buen actor. Pero eso no dice nada de su orientación política o de su ética respecto a cualquier
otra cuestión. Es un muy buen actor y eso no es poco. Pero yo no puedo olvidar
cómo llegó a consolidar su popularidad: en la cama de una señora mayor y
reaccionaria hasta el absurdo. Por lo que si alguien dice que es un ingenuo, yo
diría que la verdadera ingenuidad es de el que lo dice. O en realidad el que lo dice cree que el fin justifica lo que se debe decir en los medios, aunque sea convertir a la liebre en tortuga. Y aquí quiero aclarar que mi enojo no es con Darín sino con los que lo interpretan.
La muñeca Cristinita |
Darín no es ningún nabo. Y su supuesta neutralidad al
aceptar sin más lo que le estaban diciendo es más que dudosa, falsa. Aquí los
verdaderos ingenuos y los nabos, que abundan en todos los campos políticos
incluido el oficialismo, se dieron el gusto de justificar la actitud del
ingenuo Darín que por su ingenuidad cayó en una trampa. Y sí, en medio de una
entrevista es posible que nos hagan comer un garrón. Sobre todo cuando estamos
tan poco acostumbrados a las cámaras y a las entrevistas …
Otra vez se trata de hacer una falsa asociación. Ahora le
toca al talento y a la inteligencia. O tal vez al talento y a la perspicacia.
¿Pero no era que Darín era la expresión más acabada del
porteño rápido, piola, cachero y aprovechador al que nadie lo pasa? Yo hubiera
jurado que se desayunaba todos los días con un gallego y mirá vos, una gallega
se lo desayunó a él. ¡Pobre gil!
Y siguiendo con esta malintencionada entrevista pero dejando
un poco de lado al benemérito Darín, pobre muchacho desorientado y víctima de
la perversión de una entrevistadora televisiva, me pregunto por qué alguien en
el exterior podría considerar excéntrica a Cristina. Y la única respuesta lógica
es que los medios comunican una confusa imagen de los líderes latinoamericanos.
Es posible que uno considere histriónico y excéntrico a un Chávez, el líder
venezolano, y hasta a Mujica, con su particular modo de hablar y de vivir. Pero
a Correa, Lula, Evo, Dilma y Cristina no veo por qué. Son personas que basan su
discurso en la lógica y en los conceptos claros y, aunque no carecen de humor,
no hacen del humor o de las salidas extemporáneas la base de sus discursos o
sus decisiones políticas ni mucho menos.
Creo que el mundo funciona de un modo esquizofrénico
respecto a los líderes sudamericanos. Por un lado los consideran disparatados,
egocéntricos y autocráticos, y por el otro los respetan y hasta es posible que
los teman, lo que se puede ver por la presencia cada vez más importante de
Sudamérica en los foros internacionales. Son la mejor expresión de que el
sistema económico más difundido en la actualidad, el que apoyan todos ricos y
poderosos de este mundo, no funciona. Y eso es malo para sus negocios. Y ya se
sabe que en el capitalismo no hay límite para defender los negocios.
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