Al verbo civilizar lo acompaña el adjetivo civilizado. Incivilizado,
está también en el benemérito Diccionario de la RAE, existe y es un adjetivo. El
verbo incivilizar, con su sinónimo decivilizar, no. A lo mejor en la historia
no se consideraba siquiera la posibilidad de enviar un hombre civilizado a un
estadio anterior. No existía una visión del mundo que la justificara. Pero eso
cambió. Los norteamericanos ya imaginaron
hacer volver una sociedad moderna a la edad de piedra, o al menos eso
era lo que consideraban hacer, según reveló hace un tiempo Le Nouvel Observateur, con los iraníes: atacar a Irán y destruir todo
lo que lo convertía en un país moderno. Centrales eléctricas y puentes, rutas y
emisoras de radio y TV.
El proyecto de destrucción de Irán quedó suspendido, eso es
obvio. Pero con ajustes parece haber sido puesto en acción con Somalía, Irak, Afganistán, Libia,
Siria y La Franja de Gaza. Y a la espectativa con Argelia y Túnez. A Egipto lo salvó la sustitución de los Hermanos
Musulmanes, que ganaron las elecciones y prometían un gobierno teocrático y
dictatorial más bien al estilo
nacionalista iraní, por un golpe de estado clásico, a la latinoamericana de los setentas, por parte de militares democráticos de esos que tanto
gustan al imperio.
En realidad, una
palabra como decivilizar o incivilizar se hace necesaria. Sustituiría un montón
de explicaciones sobre la ruptura de los pactos sociales, las soberanías nacionales
y tantas otras pequeñas cuestiones legales como el principio de inocencia y la
prohibición de la tortura, que van
tendiendo a dejar de existir.
Mujeres en el desierto Afgano |
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