Se la traduce muchas veces por “noche de los cristales rotos”
tal vez para quitarle belleza. Siempre es desconcertante cuando la belleza se
une al horror. Y “noche de cristal” sugiere el frío y la transparencia de la
noche invernal, la pureza del hielo, la calidez de los interiores, la quietud y
el silencio. No la violencia, la tortura y la muerte a la que se refiere en realidad. Y el aviso de que se había
llegado al borde de la grieta.
Tenés que irte ahora, no se puede esperar más. ¿Y vos? Yo no
puedo, ya estoy demasiado viejo. Yo no puedo, ¿quién va a cuidar a la abuela
que ya no puede caminar, que no oye bien, que pierde la memoria por momentos?
La historia la estoy sintiendo como premonición.