El Blog de Emilio Matei

martes, 3 de junio de 2014

Los productos derivados y el arte

Un derivado financiero o instrumento derivado, dice Wikipedia, es un producto financiero cuyo valor se basa en el precio de otro activo. El activo del que depende toma el nombre de activo subyacente, por ejemplo el valor de un futuro sobre el oro se basa en el precio del oro. Los subyacentes utilizados pueden ser muy diferentes, acciones, índices bursátiles, valores de renta fija, tipos de interés o también materias primas. A esta enumeración le faltaría agregar los productos derivados de la obra de arte. Se me ocurren tres, la obra de los curadores, por ejemplo, la música de los disc jockeys y los libros objeto decorados por profesionales de la gráfica.
Disc Jockey en acción
No veo ninguna objeción en que haya especialistas en exponer, por ejemplo, cuadros de un artista plástico de la mejor manera posible. O gente que construya música con sonidos creados por otros. O libros bellos de, usualmente, poesía. Pero estas prácticas encierran un peligro muy grande y es que la obra quede oculta por otro objetivo, casi siempre asociado a la rentabilidad o a la publicidad. Que siempre termina con una mediocridad enriquecida y mercantilista ocupando el lugar de la obra y de su autor.
Cuantas veces nos preguntamos frente a artículos en medios especializados basados en la calidad de una exposición debida a la profesionalidad de sus curadores, ¿de quién era la obra? Cuantas veces nos preguntamos frente al despliegue escénico y decibélico de un disc jockey, ¿de quién habrá tomado los fragmentos que reproduce hasta el hartazgo? O habremos revisado un libro de gran diseño, lleno de sabias ilustraciones, preguntándonos ¿dónde estará la poesía? A veces apenas algunas líneas inspiradas.

Creo que todos esos productos derivados del arte constituyen una de las grandes barreras que existen en la actualidad para separar los amantes de las artes, de las obras y de sus auténticos creadores. Y el resultado es apenas una concentración de autores rentables en medio de una masa de derivados que no puede menos que desembocar en una crisis, como siempre sucede con los productos derivados cuando se pierde de vista de qué derivan.

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