El Blog de Emilio Matei

domingo, 14 de septiembre de 2014

El nuevo peligro nuclear

Hace muchos años ya, desde la caída de la URSS, que el peligro nuclear dejó de ser un tema. Para muchos, los llamados preppers, o supervivencialistas como se los suele llamar en castellano, el riesgo más próximo es el de la disolución de la sociedad. Ya no se trata de un holocausto nuclear y de la mínima posibilidad de supervivencia que puede ofrecer un bunker de cemento enterrado y provisto de vituallas para mucho tiempo. Ahora habrá que defenderse de hordas de muertos de hambre, merodeadores armados y toda clase de grupos de desesperados en la búsqueda de qué comer. Fantasía que no lo es tanto en Libia y en varias zonas de Oriente Medio.

Pero parece que la guerra fría vuelve a ser un tema. Y con él el peligro nuclear retoma su lugar entre los enemigos públicos de nuestras noches insomnes. ¿Volverá a subir la cotización de las propiedades que disponen de bunkers en el jardín, esos viejos y costosos refugios, resabios de los sesentas? Tal vez.

En Realidad el peligro de un desastre nuclear nunca desapareció del todo. La existencia de arsenales enormes en lugares que uno sospecha que ni siquiera son del todo conocidos, ya que sus constructores o murieron o en la actualidad no tienen ninguna posibilidad de actuar sobre ellos debido a la nueva división política del mundo, da la sensación de que una explosión siempre fue posible. Con resultados que son imposibles de prever.
Claro que no sólo un accidente es posible, dada la locura militarista del presente. Hasta ahora las escaladas militares se detuvieron antes del uso de lo nuclear cuando los contendientes, los implicados, disponían de ese tipo de armas. Pero, ¿seguirá pasando lo mismo en el futuro?

Hace unos cuantos años, a fines de  los sesentas o principio de los setentas, le pregunté al filósofo Eugenio Werden qué opinaba respecto al futuro si se producía una guerra atómica. Él me contestó, y no puedo ser literal porque fue hace mucho tiempo, que no tenía sentido siquiera hacerse la pregunta, que no tendría sentido hacer proyectos para un mundo en el que la humanidad ya no existiera.


1 comentario:

  1. DOS QUE HABLARON
    Einstein: «Si la humanidad no hace un giro de 180º en su manera de pensar, puede llegar a desaparecer»
    Mario Benedetti: «Temo que la humanidad se suicide»

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