Para aclarar un poco más las ideas,
me refiero a la religión como a una serie de dogmas que deben ser aceptados sin
ningún grado de racionalidad, sólo como un acto de fe. Y ese mismo acto de fe es
el que permite la aceptación de cualquier disparate(*). Y acá no entiendo a la palabra disparate como un simple insulto sino como a una interpretación de la realidad
que es imposible de demostrar y que
no va más allá de la aceptación acrítica
y de un modo absoluto de lo que es difícil llamar una tesis ya que suele estar constituida por una serie de afirmaciones arbitrarias desde el punto de vista lógico. Una interpretación que la evidencia real niega de manera
evidente.
La mirada con la búsqueda de objetividad que se produce
sobre la realidad cuando una ideología es tal, permite el cambio, el
reconocimiento del error, la sustitución de una idea por otra más
apta para describir al mundo.
La adhesión a la Unión Soviética de los miembros de
Partido Comunista argentino era claramente no ideológica, más allá de cuáles
hayan sido sus orígenes. Para afirmar eso me baso en lo que sucedió con la
caída de la URSS. Algo
así como la desaparición de facto de
una religión. Muchos, por no decir la mayoría de los miembros del PC, se
dispersaron en diversas corrientes esotéricas, antagónicas con cualquier visión
dialéctica o, como mínimo, positivista del mundo, o, como suele suceder con
muchos de los cubanos (**) que se escapan de la isla, se dedicaron a tareas que
requieren para hacerse, el desprecio de cualquier idea que no sea la de moverse
sólo en beneficio propio. Y valgan como ejemplos desde el ejercicio de la prostitución
hasta la escritura de discursos para los políticos más acérrimos de la derecha.
Esto último no por un acuerdo ideológico, lo que negaría mi argumentación ya
que un cambio de ideología no deja de ser ideológico, sino porque los ricos de
derecha suelen ser los que pagan mejor.
Yo no soy ingenuo, me decía hace muchos años un
miembro importante del Partido Comunista argentino, jamás permitiría elecciones
libres porque las perderíamos. Ese supuesto pragmatismo no es más que un comportamiento
de hincha de fútbol. Tener un mandato
divino es la misma cosa, puede ser que en ciertas circunstancias te dé mucha fuerza, pero cuando el dios desaparece no queda nada.
-----------
(*) En la Argentina ese tipo de
concepción disparatada de lo real permitió que muchos muchachos murieran porque
yo le creo al compañero Firme, por
Firmerich, jefe de la organización Montoneros, o apoyaran a López Rega desde el Partido Comunista Revolucionario,
PCR, pro chino, sólo porque los chinos hacían negocios con Argentina y no convenía
perturbarlos, o que las organizaciones judías callaran las barbaridades
acentuadas por el antisemitismo que se hacían en los campos de concentración
del Proceso por que Argentina compraba armas a Israel, y algo parecido con los
miembros de clase media del PC, por iguales motivos que los judíos, por los
negocios que se hacían con la
Unión Soviética.
(**) La
limitación de las posibilidades de la sociedad cubana para la expresión de la
disidencia y de la crítica, oculta tras un pragmatismo limitante y justificado por la necesidad de autodefensa del sistema, permitió un
deslizamiento hacia lo religioso y la perdida de la búsqueda de una mirada
objetiva sobre la realidad. La prueba de eso es la corrupción de muchos de los
cubanos en el exilio entre los que se
encuentran desde tarotistas convencidos hasta prostitutas y taxi boys. Curiosa mezcla si se tiene en
cuenta que es gente que fue educada por un sistema escolar de excelencia, lo
que se nota de inmediato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario