El Blog de Emilio Matei

domingo, 6 de enero de 2013

Palabras y más palabras, falsas metáforas una vez más

Pobre Darín:

Siempre tan ingenuo. Le hacen decir cualquier cosa, lo sorprenden en su buena fe a cada rato, qué barbaridad. Me remito al artículo que escribí el 9 de julio de 2012, Un mundo esquizofrénico
Hoy, 8 de enero, leí una declaración a la prensa del actor Federico Luppi, que suele tener las ideas muy claras, en la que dijo que su amigo Ricardo Darín había estado más pelotudo que ingenuo al dejarse llevar por un periodista. En realidad creo que Luppi es el que está siendo ingenuo u obnubilado por la amistad o el respeto por un artista talentoso.
Hay algunas palabras que se están usando cada vez más fuera de su significado original. Cuando uno objeta esos usos se los justifica diciendo que son metafóricos o simples extensiones del significado que resultan claros para todo el mundo. Y eso es falso, lo que se logra con la falta de precisión es debilitar el sentido de las palabras de modo que dificultan y posponen cualquier discusión sumergiéndola en objeciones sobre la forma en que las palabras se definen, lo que termina alejando del tema principal.



La lista de las palabras que se usan con sentido errático o francamente equivocado es muy amplia así que me voy a extender sólo a las cuatro que pienso que son las más vapuleadas en estos últimos tiempos:
Fascismo, socialismo, holocausto y genocidio.

Fascismo y socialismo no son dos sistemas equivalentes por más que en ambos haya, o debiera haber, amplio control estatal sobre los negocios. Ni siquiera esa condición les es totalmente propia ya que existen países netamente capitalistas con un gran ejercicio de control estatal, como Japón (*). En realidad, de por sí casi todos los países en condición de guerra tienen un estado planificador y controlador, ya que de otro modo el esfuerzo bélico se perdería en un fárrago de intereses particulares e ineficiencias. Y no por eso se convierten en fascistas o socialistas. Por lo que para acusar a alguien de fascista, por ejemplo, hay que ver algo más que la forma en que el estado determina en los negocios y su voluntad totalitaria. Y para decir que alguien es socialista o socializante, habría que ir más allá del nombre del partido al que pertenece y ver cómo es la política que propugna o ejerce. Si uno compara el socialismo de Zapatero, que gobernó en España, con el llamado socialismo árabe, cuyo ejemplar más famoso fue Khaddafi, verá que más diversos no podrían ser y que ninguno de los dos se aproxima, siquiera, a cualquier definición de socialismo que pueda ser atendida. Al fin de cuentas si una mujer se llama Bella, no tiene por qué serlo.

Tampoco cualquier masacre es un genocidio. La palabra genocidio siempre alude a una voluntad por parte de los asesinos de purificación racial o como mínimo, a la eliminación completa de un grupo social. Hay muchos de los considerados crímenes de guerra que no constituyen un genocidio. Extender el significado de genocidio al de crímenes de guerra le hace perder buena parte del indecible horror que le es propio.

ὁλόκαυστον

Holocausto. Del griego, extinción por el fuego. Por extensión se le dio este nombre a la masacre organizada por el nazismo durante la segunda guerra mundial con los gitanos, comunistas, débiles mentales, homosexuales y, sobre todo, los judíos.
Como en el caso de la palabra genocidio, otra vez holocausto no es sinónimo de masacre. Y no lo es ya que se entiende que un holocausto necesitaría ser organizado técnicamente, ser delito de lesa humanidad y tender a la extinción de algún grupo social en una escala enorme. Como se ve, el Holocausto fue un genocidio, pero todo genocidio no es un holocausto.

Queda, por último, una voluntad de usar las palabras a modo de insulto. En esos casos ya no importa demasiado el significado sino lo que se les asocia de peyorativo. Y argumentar sobre la corrección de esa clase de uso carece de sentido ya que es bien sabido que cuando aparece el insulto es porque faltan los argumentos.





(*) No existe un estado que no planifique. Si un estado no planifica a su sociedad es porque hay un estado externo en una relación colonial o semejante a la colonial, que es la que la planifica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario