El Blog de Emilio Matei

lunes, 26 de noviembre de 2012

Privado y público

De qué privacidad me hablan

Conectar Igualdad
El Estado Argentino está pidiendo a los chicos que recibieron una computadora del plan Conectar Igualdad, que se registren. Se pretende que los datos completos de los usuarios de esas netbooks estén registrados y clasificados y para lograrlo se dan una serie de beneficios para los que lo hacen. Por otra parte la tarjeta SUBE carga automáticamente una base de datos con los movimientos de los usuarios del transporte público.
¿No atentan esas prácticas contra los derechos individuales, el derecho a la privacidad y, en consecuencia, contra derechos humanos?

La privacidad está en franca extinción

Miles de cámaras nos ven en los lugares más impensados y nos registran en monstruosas bases de datos. Nuestras voces son grabadas, nuestras huellas digitales son verificadas hasta el hartazgo ya que hoy en día se necesitan hasta para salir del país y para firmar cualquier documento en las escribanías. Y para colmo de los males, cualquiera puede hacerse de instrumentos para espiar a los demás que habrían sido el sueño de un agente de la CIA de los años sesenta.

Helicóptero Spy Cam 58€
La felicidad del voyeur

Helicópteros de juguete con cámara wi-fi que permiten ver qué pasa detrás del murito que nos separa del vecino, camaritas TV de pocos centímetros cúbicos que transmiten hasta un centenar de metros y que no cuestan mucho más de un centenar de pesos. Estos días me llegó la propaganda de un reloj digital despertador del tamaño de los que se venden en los puestos callejeros pero que oculta en su interior una cámara, un micrófono y una memoria sd, como las que usan la cámaras fotográficas o los celulares, que permiten grabar video y sonido durante una gran cantidad de horas. Luego, el espía sólo tiene que unirla a su computadora para ver qué sucedió en ese dormitorio. ¡El sueño del voyeur! Bueno, tal vez no tanto, a lo mejor tiene que ver algo tan divertido como una pareja durmiendo durante ocho horas. Cosa que visto el éxito de los reality shows, parece ser muy excitante para mucha gente, aunque no creo que para todos.
Ojo de voyeur
ejipcio
Pero el voyeur que disfrute lo que quiera, al fin de cuentas no le hace mal a nadie en la medida en que sea discreto y haga un uso privado de la información, no se le vaya a ocurrir subir nuestros ronquidos a Internet. La verdad es que me preocupan mucho más los profesionales de las escuchas telefónicas y otros operadores de los servicios.

Coda

En realidad tengo la sensación de que como consecuencia de los extraordinarios adelantos en comunicaciones, estamos llegando al fin de la privacidad. Una privacidad a la que se podrá acceder sólo si uno se aparta de la modernidad y de la totalidad de sus logros. Y quién se atrevería a hacerlo.
Pero a no desesperar que para todo hay una solución. Claro que esta es para los más decididos: lo que parece que está dando buenos resultados para esconder la propia identidad y no dejar de disfrutar de los encantos de estos benditos tiempos que corren, es el robo de la identidad ajena.

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