No nos
dejemos engañar. El famoso correo spam pone en un nivel de igualdad a la gran
empresa y a la PYME. Y
eso no es admisible para los grandes usufructuarios del capitalismo. Entonces
realizan campañas moralizadoras para evitar que el pobre usuario, uno, sea
víctima de tanto abusador que anda suelto por ahí.
Todos se
desgarran las vestiduras y muchos inocentes caen en esta mentira que intenta
equiparar a los derechos del consumidor, derechos casi siempre enfrentados con
los intereses piratas de los grandes capitales, con las molestias que nos
producen los que nos envían un correo electrónico ofreciendo, tal vez, un flete o un desayuno
artesanal.
Spam: Correo basura o mensaje basura o mensajes no solicitados, no deseados o de remitente no conocido.
La palabra se conoció referida al correo electrónico.
Luego se fue extendiendo a los mensajitos publicitarios que se reciben en los
celulares y en los mensajes grabados que se reciben en los teléfonos comunes.
En qué categoría debemos poner a las compañías Claro,
Telecom, Personal y otras de telefonía móvil cuando nos envían el aviso de un
servicio nuevo o de una oferta, qué debemos decir de los mensajes promoviendo a
un partido político que aparecen grabados en nuestra contestadora telefónica, qué decir de
los cartelitos publicitarios que aparecen en los rincones de las pantallas
televisivas en medio de una película y que si no tapan los subtítulos casi
seguro que terminarán tapando alguna parte interesante de la anatomía de la
actriz más sexy.
Me dicen: ¡Pero eso es publicidad! Y claro, cuando se
trata del pequeño comerciante de al lado de mi casa que promueve un producto se
trata de spam, nunca de publicidad.
Y ni hablar de los mensajes que nos envían Hotmail, Yahoo
y los vendedores de artículos de lujo de las grandes firmas mundiales. ¿Es o no
es spam cuando recibimos una oferta no solicitada de un i-phone? ¿Cómo castiga
Apple al distribuidor que cometió tamaña felonía? ¿Y Hewlett Packard? Nunca vi
que alguna de las súper empresas castigara al distribuidor que hace spam. Más
aún, creo que ni siquiera lo consideran spam ya que, como dije antes, es visto
como publicidad.
En realidad, el spam sólo lo hacen el almacenero de mi barrio,
el cerrajero, el vendedor de artículos de albañilería o el dueño del bazar, los famosos spammers que hacen spamming para molestarnos, ¡habrase visto!
Seamos honestos, la verdad es que spam hacen los pobres.
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