Esta vez quiero tratar dos cuestiones en este mismo post.
La primera se refiere al ataque mediante armas químicas en
Siria. Ataque cuyo origen no se sabe con exactitud ya que el cohete que liberó
los gases salió de una zona aparentemente bajo el dominio de los rebeldes.
Gaseados en Siria |
La acusación a Assad de que tenía arsenales químicos y que
estaba dispuesto a usarlos, la traté ya el 24 de julio aquí.
En ese momento había leído informaciones que daban el comienzo de la
intervención de la OTAN
para el mes de agosto, las que parecen haber sido correctas.
Pero da la sensación de que volver a repetir lo de Irak,
viéndose obligados a posteriori a reconocer la mentira, ya no resultaba una opción tan
buena, a pesar de la soberbia que suelen ejercer tanto Estados Unidos como el
resto de la OTAN. Alguien ,
inspirado, decidió tirar gases y matar a más de un millar de personas, mujeres
y niños incluidos. De modo de crear una indignación fogoneada por el
monodiscurso mediático. Salvo que no pueden evitar la tendencia a menospreciar
a todos y decidieron hacerlo justo cuando una misión de ONU andaba por ahí.
Total, nadie se iba a dar cuenta de que jamás Assad habría tirado gases
venenosos sabiendo que habría quien pudiera acusarlo de hacerlo.
En concreto, ya están los cipayos europeos preparando sus
cimitarras para hacerse cargo de tanta iniquidad. Imagino que estos días
veremos la suite. Espolvoreada con la
masacre en El Cairo y el caminar por la cornisa de Túnez. De Libia ya no hablo
porque es asunto consumado. Unos cuantos muertos más o menos allí ya apenas si
son noticia.
Juez Griesa |
Y la segunda cosa de la que quiero hablar es de Griesa, lo del provecto y perverso juez, es también muy
significativo. El panorama sudamericano, o tal vez debería decir
latinoamericano, empieza a transparentar que está bajo ataque. Cómo es posible
que a nosotros nos vaya cada vez mejor y que cinco ciudades norteamericanas estén
en quiebra. Eso es un despropósito.
Imagino a un montón
de señores, algunos con trajes militares y otros no, todos con el pelo corto y
mascando chilcle, inclinados sobre el mapa de Latinoamérica como en las
películas de guerra. Salvo que ahora, o por ahora, no hay una guerra clásica.
What do you think
about Brazil, Johnny? Preguntaría uno. Y como Brasil tenía mucho dinero en
inversiones extranjeras, Johnny diría: retiren los fondos. Que saquen las
inversiones de Brasil. Con eso y con la ayuda de narcos y nuevos ricos de clase
media los hacemos mierda. ¿Paraguay? No hay problema, eso ya está hecho. Y así
uno por uno hasta que le toque a Argentina. Oh,
man, a pain in the ass! A Argentina
la liquidamos con obligarla a pagar la vieja deuda, sin quitas y con intereses,
dice Johnny, Pero…, duda Morgan, que no es el pirata aunque se le parece, con
eso lo dejamos al Banco de Nueva York en falsa escuadra y además dificultamos
futuros posibles arreglos de los países europeos. Don’t worry, Morgan, dice
Johnny, le buscamos alguna triquiñuela legal que separe el caso del los
argentinos del de los demás y listo.
Y lo peor es que es eso exactamente lo que hicieron. Y en un
momento en que la situación interna de Argentina no es tan fácil y en el que el
resto del mundo, China incluida, trata de reducir sus compras al exterior y de
equilibrar sus balanzas de pagos.
La realidad es que Argentina podría resistir bien si tuviera
un gobierno apoyado por una mayoría muy amplia. En la situación actual, en la
que voltear el gobierno a cualquier costo es el único objetivo de la derecha
local y los que la siguen, la supervivencia de un proyecto nacional e
independiente se hace cada vez más difícil.
La verdad es que se vienen momentos complicados.
Muy bueno, Emilio. Qué clara la imagen de los "mascando chicle" sobre el mapa de Latinoamérica.
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